Javier Ortiz

Acabo de leer que ha muerto Javier Ortiz. Lo primero que se me ha pasado por la mente es que ahora habrá una razón menos para leer los periódicos. Una razón de peso, porque era de esas columnas que siempre contaban algo nuevo, o algo viejo, pero desde su punto de vista.
Para ser un vasco calvo y bajito, no lo ha hecho nada mal.

Autopista dos mares

Mis amigos labradores siguen quejándose del clima, lo que no es noticia. Pero hoy, a la hora de los vinos del mediodía había alguno que también se quejaba del impacto que va a tener la Auopista DOs Mares: las expropiaciones de fincas buenas - de las malas no, claro - , de lo que va a suponer para algunos de ellos la separación entre piezas, de la vuelta que van a tener que dar para ir de un pueblo a otro,... Contaban el caso de un labrador que después de muchos años y esfuerzo, había conseguido una finca continua de 40.000 hectáreas, con lo que le supone de mejora en la productividad de su trabajo. Y va la autopista 69 - bonito número - y la corta por la mitad, con lo que ir de una parte a otra le supondrá un paseo de dos kilómetros. Y así y todo, la opinión generalizada entre ellos es que es un signo de progreso.

No todos estamos de acuerdo, y como muestra un botón de los ecologistas cántabros.

Atisbo de optimismo

Llevo unos días optimista respecto al futuro de la crisis. Y es que me llegó a los dedos la dirección http://www.altereconomia.org/, y en concreto el acceso a al Guía cuya portada adjunto, y que para un lego en la materia como yo, es por fin una mirada semiorganizada a la crisis, desde un punto de vista de izquierdas. No es que propongan remedios milagrosos, pero al menos no proponen ayudar a los causantes no solo de la crisis actual sino de la estructura económica que la hizo necesaria.

GM, OPEL y la bancarrota

General Motors está en el pasillo de la muerte empresarial. Y OPEL, si Merkel no lo arregla rápido. Como sintiéndose herido también, nuestro Vectra ha dado "señales" de estar en las últimas: se han fundido las dos lámparas de cruce en menos de dos semanas. Y cambiar cada una de ellas requiere unas habilidades lejanas a las mías. Me llevó media hora cambiar la primera, y es que lo del mantenimeinto fácil no debe estar entre los objetivos de GM - también debo reconocer que mi conocimiento mecánico se circunscribe a llenar el depósito de gasoil y el del agua del limpiaparabrisas -. Bueno, pues cuando creía que ya me había graduado en la técnica, se fundió la otra. Media hora después de abrir el capó para cambiar la segunda, conseguí enganchar el clip que sostiene la lámpara, para darme cuenta de que había puesto la equivocada. En aquel momento deseé que OPEL hubiera quebrado doce años antes.